Una impronta es una reproducción de imágenes en hueco o en relieve, en cualquier materia blanda, como la que dejamos en la arena con la mano. Seguramente esa fue la primera impronta que dejó un ser humano.
También es una marca, una señal, no necesariamente voluntaria, pero que siempre comunica algo, una dirección, y un origen.
Y por último, es el proceso de aprendizaje de los jóvenes, en el que aprenden reacciones estereotipadas frente a un modelo: métodos de supervivencia, búsqueda de alimento y refugio, modelos de defensa, ataque, convivencia, apareamiento….
En el mundo digital, estos patrones de comportamiento se convierten en técnicas que determinarán en el futuro la ética, las relaciones personales y el desarrollo del ser humano.
Pero no quiero ser trascendental. El objetivo no es aportar nada nuevo. Puede ser que lo que leais en este blog lo hayais leído antes o lo hayais pensado vosotros.
Quizás el único propósito es dejar una impronta, la mía propia, opinando sobre los temas que me interesan. De forma breve pero intensa. Pero vosotros también podeis dejar la vuestra. Cualquier comentario es bienvenido.